“Desde joven estuve rodeada de mensajes de mi padre menospreciando el trabajo que hacían mi madre, tías y abuela para sostener nuestro hogar. Las mujeres de mi familia jugaron un papel importante en la economía de nuestro hogar, al buscar alimentos para alimentar a los animales de la granja, que luego se venderían como comida y refugio. Mi abuela fue a cazar conejos y otros animales del bosque. Con estas historias en mente, creé la coreografía “La Venada”, donde el papel de “la cazadora” es interpretado por una niña para transmitir la verdad de los aportes de las mujeres. En la mayoría de las coreografías tradicionales, las bailarinas obtienen permiso de los bailarines masculinos para unirse. En nuestras coreografías, las niñas bailan solas o juntas para mostrar independencia y solidaridad.”

“La técnica para bailar que había aprendido era muy diferente a lo que yo buscaba interiormente. En el baile hay mucha preocupación por la técnica, pero poca preocupación en permitir que cada ser humano encuentre su propia forma expresiva de ser. En las diferentes formas de bailar y de danzar he encontrado que, finalmente lo que importa, es que la gente pueda, a través del movimiento corporal, encontrar su propio ser. Y eso es muy difícil. Lo que está en juego es que, sobre una base, tú puedas saber que tú eres un creador y que puedes desarrollar tu propio ritmo y tu propia intensidad en el movimiento, saber que a través del movimiento corporal se pueden lograr momentos de mucha felicidad y placer.

El cuerpo humano, cuando se logra expandir y sacar las energías que generalmente están muy contenidas por las reglas y la normatividad social, tiene la oportunidad de, justamente, crear diseños corporales y de movimiento muy bonitos que generan una enorme satisfacción cuando salen desde muy adentro de ti, y algunas personas no lo comprenden. Ya que en el medio social te dicen que tienes que bailar se sierte manera. O si no bailas de cierta manera te comienzan a poner sobrenombres. Cuando bailas te das cuenta de que no se baila con la intención de dar un espectáculo, sino con la intención de comunicarse con otras fuerzas/energías y abandonar el ‘yo’ y alcanzar el ‘nosotros’.

La danza y el baile me permite integrarme a otra dimensión de experiencias, donde cada cosa juega su papel pero se dan de manera integral. Porque a través de la danza y el baile eh aprendido a tomar energía de otras fuentes y conectarse más con la pachamama. Esto es lo que comparto de la danza y el baile. Aprendí que son parte de mi vida. Mi cuerpo es parte de los cosmos. El cuerpo pertenece a uno mismo y las mujeres pueden expresarse a su manera. Hay que recordar que las culturas son dominantes por hombres que no permiten expresar a la mujer sus deseos.”

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